¿Cuáles son los pilares de la pareja?
Las relaciones de pareja se asientan en cuatro pilares fundamentales. Sternberg, plantea el «triángulo del amor», teoría en la que se plantean 3 componentes interdependientes entre sí: la pasión, el compromiso y la intimidad. Asimismo, el factor de la pasión se divide en pasión romántica y erótica.
- Compromiso: cuando hablamos de esta característica nos referimos al interés y responsabilidad que se siente por la pareja y por la decisión de mantener una estabilidad en la misma.
- Intimidad: se trata de la característica atribuida al apoyo entre los miembros de la pareja, a nivel afectivo, comunicacional, de seguridad y confianza en el otro.
- Pasión: conductas de atracción, basadas en la referencia cultural, consideradas procedentes para generar la atracción y el posterior interés del otro. Se produce una reducción paulatina a lo largo del tiempo.
Estos componentes de la relación de pareja se rigen por un concepto temporal, con el objetivo de que se eviten ideas preconcebidas o expectativas idealizadas sobre el amor y su estabilidad en todos sus componentes, señalando que determinados elementos serán temporales y variables, como la pasión a lo largo de la vida de la pareja. Así, el compromiso y la intimidad tenderán a aumentar con el tiempo, hasta una estabilización y la pasión se reducirá de forma natural. Según este autor, cuando estos tres componentes están presentes en equilibrio, una relación puede ser fuerte y satisfactoria. Si alguno de estos pilares está ausente o desequilibrado, puede ser una fuente de problemas en la relación. Por lo tanto, es importante trabajar en fortalecer y equilibrar estos tres pilares para mantener una relación saludable y sólida.
¿Cómo surgen las crisis en la pareja?
En todas las parejas van a aparecer dificultades, pero la base del conflicto se va a hallar en el déficit de recursos para afrontar estos problemas primeros y lo que lo va a mantener va a ser la incapacidad para comunicarse correctamente y negociar para la reconciliación. De esta forma, lo que va a definir una relación feliz es la satisfacción y la estabilidad.
Los problemas de pareja son comunes y pueden surgir por una variedad de razones, incluyendo:
- Comunicación: La falta de comunicación clara y efectiva puede ser una de las principales causas de conflictos en la pareja.
- Diferencias de personalidad: Las diferencias en las personalidades, valores y expectativas pueden crear tensiones y desafíos en la pareja.
- Problemas de infidelidad: La infidelidad puede ser una fuente importante de problemas en la pareja.
- Problemas de dinero: Las diferencias en el manejo del dinero y las expectativas financieras pueden ser una fuente importante de conflictos en la pareja.
- Diferencias en la vida sexual: Las diferencias en las necesidades y preferencias sexuales pueden ser una fuente importante de conflictos en la pareja.
- Cambios de vida: Los cambios importantes en la vida, como un nacimiento, una mudanza o una pérdida, pueden ser desafiantes para la pareja.
Asimismo, las parejas que acuden en busca de ayuda son variadas, desde sus personalidades hasta las condiciones que le rodean. No obstante, podemos señalar que algunas de las dificultades provendrán directa e intrínsecamente de la relación de pareja o de cada miembro de la pareja y otras tendrán más que ver con dificultades derivadas de problemas externos a la pareja. Así, es frecuente encontrarnos dificultades de comunicación, atención, conflictos, explosiones de ira, dificultades en relaciones íntimas, celos, infidelidad, personalidades premórbidas o trastornos que dificultan la convivencia. Así como problemas derivados de problemas económicos, con los hijos, con las familias de origen, derivados de la vida laboral, etc. También nos encontramos con parejas que quieren enriquecer su vida de pareja y acuden por este motivo, tratando de evitar caer en la monotonía, en dificultades de comunicación o en otra serie de dificultades que debemos evaluar.
La terapia de pareja no es exclusivamente para parejas disfuncionales, sino para todas las que quieran trabajar y mejorar su relación.
¿Qué hago si me siento en medio de una crisis de pareja?
Si tienes problemas de pareja, es natural sentirse triste, ansioso, enojado, confundido, solitario o cualquier combinación de estos sentimientos. Es importante permitirse sentir y procesar estos sentimientos de una manera saludable. Algunos consejos para ayudarte a sentirte mejor incluyen:
- Habla con alguien en quien confíes: Habla con un amigo o un familiar en quien confíes sobre tus sentimientos y tus preocupaciones.
- Practica la meditación o el yoga: Estas actividades pueden ayudarte a relajarte y a reducir el estrés.
- Haz ejercicio regularmente: El ejercicio es una excelente manera de mejorar tu bienestar emocional y físico.
- Haz algo que te guste: Dedica tiempo a hacer algo que realmente te guste, como leer un libro, ver una película o pasar tiempo al aire libre.
- Busca ayuda profesional: Si te sientes abrumado o no estás seguro de cómo manejar tus sentimientos, considera hablar con un terapeuta o un consejero.
¿Por qué acudir a terapia si presento una crisis de pareja?
Es importante abordar los problemas de pareja de manera abierta y honesta, y trabajar juntos para encontrar soluciones. En algunos casos, puede ser útil buscar ayuda profesional para mejorar la comunicación y resolver los conflictos de manera efectiva.
Recuerda que el proceso de superar los problemas de pareja puede tomar tiempo, y es importante ser paciente y amable contigo mismo. Si estás teniendo dificultades para sentirte mejor o para resolver los problemas de pareja, no dudes en buscar ayuda profesional.
La terapia de pareja es un tipo de intervención psicológica en el que un especialista trabaja con una pareja, enseñándole técnicas, procedimientos y estrategias para el tratamiento de las disfunciones o malestar por el que acuden a consulta. Puede llevarse a cabo la intervención sobre la pareja, o puntualmente con cada uno de los miembros por separado. Sin embargo, no debemos tener la idea de que la terapia de pareja solo es para parejas con dificultades o disfuncionales, todas las parejas pueden mejorar y aprender herramientas para solidificar o mejorar sus potencialidades, fortalecerse y reforzarse.